29 de agosto de 2008

Potenciales asesinos parlantes

(Buen nombre para una banda de rock ¿no? pero no era eso lo que quería escribir)

Quiero dejar sentado por escrito que estoy más que cansadísimo de la gente que habla por celular mientras conduce su bicicleta / moto / auto / colectivo / camión / batimóvil / triciclo (y ésta queja incluye a los que hablan con el "manos libres" porque sus extremidades tendrán libertad pero sus neuronas siguen presas de la conversación)
No puede ser que hoy en día te sorprendas de ver a alguien manejando que NO va hablando por teléfono, es un desastre! ¿No se dan cuenta de que no están teniendo el mínimo respeto por su vida ni por la de los demás? ¿no se dan cuenta de que van al "tranco de perro" obstaculizando el tránsito, o que pasan semáforos en rojo, o que se quedan parados con el semáforo en verde, o que es mucho más difícil estacionar un auto hablando por celular que sin él? ¿eh? ¿eh? ¿EH?
Si seguimos a éste ritmo, en unos años van a ir manejando con la pera en el volante mientras con una mano se van afeitando, con la otra se van haciendo el nudo de la corbata y (obvio) siguen hablando con el "manos libres" de lo bien que la pasaron el fin de semana en el spa de Pilar.
Y como los conozco bien, les voy a decir que, antes de levantar su dedito acusador hacia mí (el dedito de la mano que tienen libre mientras hablan por teléfono y leen el blog al mismo tiempo) sepan que yo también hablaba por celular mientras conducía mi humilde Fiat 128 y así fue que, en una esquina, otro pobre conductor cometió el error de cruzarse en mi camino e incrustar su auto en la trompa del mío. De ahí en más decidí que, o no atiendo, o paro al costado, sin concesiones.
Como verán, nada mejor que un "rehabilitado" para mostrarles lo que están haciendo mal, abrirles los ojos, separarles una a uno los deditos de la mano, quitarles el celular, y colocarles esa mano de nuevo en el volante (de donde nunca debería haber salido)
Los llamo a la reflexión: colaboremos para una ciudad con menos choques, con menos autos abollados, más peatones sanos, más crédito para hablar en los momentos en que sí es necesario hablar.
He dicho.
Diego M

24 de agosto de 2008

De ansiedades y líneas telefónicas

Las ganas que tengas de hablarle y el tiempo que estés pendiente del teléfono son inversamente proporcionales a las posibilidades de que te llame ESA persona. Por el contrario, son directamente proporcionales las chances de que te llamen para ofrecerte un auto, o un viaje al Caribe con nada pago, o tu mamá preguntandote como estás.

Diego M

19 de agosto de 2008

Todo está guardado en la memoria

Me acordé de Mariela y su delantal blanco impecable. De la plaza Belgrano y sus juegos de madera despintada. De los picados en la calle con Juan, Ale y David. Del olor a pan casero que irradiaba la cocina de mi vieja los domingos por la tarde. Del primer beso con Julieta. De la primera rateada, en séptimo grado, cuando nos fuimos a caminar por Florida y Lavalle. Del viaje de egresados, las excursiones y las fiestas. De los asados en lo de Walter y los chistes malos de Raúl. Del primer día de Facultad: los nervios, las caras hostiles y desconocidas.
Me acordé de Verónica y lloré.
Al final, sólo sentí el dolor de la soga ajustada, el ruido a madera y nada más.


Diego M

12 de agosto de 2008

Oficinesco

Me cargué el café de bostezos y encaré para la oficina. Llevo bien ensayada mi “cara de preocupación” para que cuando pase mi jefe piense que estoy analizando el futuro de algún proveedor o sacando los índices de los últimos meses. Pero mi índice de los últimos meses viene complicado: muchas visitas al médico regadas con pastillitas de colores, pastillitas que me dan sueño y me hacen andar con la almohada pegada todo el día. Almohada que casi me hizo tirar el monitor cuando giré para hablar con Juancito. Pobre Juancito, gana menos que yo y trabaja más, por eso lo noto cada vez más odioso y por eso tal vez esté practicando tiro al blanco con una foto mía. Foto que no sé de dónde sacó, quizás del cajón de mi escritorio. Escritorio sobre el cuál estoy durmiendo ahora, después de tomar la pastillita amarilla con el café medio tibio y con la almohada pegada.

Diego M

6 de agosto de 2008

De rincones lejanos y lumbagos

Las probabilidades de que tengas que agacharte para encontrar lo que estabas buscando son directamente proporcionales a tu dolor de espalda.

Diego M