26 de septiembre de 2008

Un-lucky

Escuchando Radiohead

Los segundos pasan
envueltos en niebla
hacia nosédónde

Los días pasan
envueltos en recuerdos
hacia la nada

Llantos de sal concentrada
vacíos enormes
silenciodolor

Los segundos
las horas
los días

Perdido...

Diego M

22 de septiembre de 2008

Tips para arruinar la convivencia

-Uno de los dos integrantes de la pareja debe resignar muchas cosas para ir a vivir con el otro, por ejemplo: quedar muy lejos de sus amigos y de su familia, tener mucho viaje hasta su trabajo, etc.
-Tener horarios de trabajo muy diferentes, que casi casi no les permitan cenar juntos y que los pocos momentos compartidos sean efímeros y marcados por el cansancio de la jornada laboral.
-Que uno (o los dos) no quiera ceder en diversos temas, que pueden abarcar desde la película que vamos a alquilar el sábado hasta los días de limpieza en el hogar.
-Que falle la comunicación: uno de los dos no le cuenta X hecho al otro para no preocuparlo o sobrecargarlo, pero el otro tiene ganas de que el uno le cuente, porque tal vez lo puede ayudar de alguna manera.
-La rutina: todos los días te pasan a buscar por el trabajo, todos los días cocinás algo parecido… (inserte aquí más ejemplos rutinarios).

ADVERTENCIA: estos tips son prácticamente infalibles y no deberían ser utilizados en la vida de pareja.

Continuará…
Diego M

13 de septiembre de 2008

...

Sólo recordaba un sueño en sueños. Entonces despertó con la terrible necesidad de hacerlo. En ese momento o nunca. Ni siquiera buscó las pantuflas debajo de la cama. No las necesitaba: el frío de la cerámica en las plantas de los pies lo ayudaba a darse cuenta. Se puso la remera verde y salió. Iba a ser difícil conseguir un cuchillo de carnicero en el barrio. ¿Un cuchillo para qué? para cortar, se respondió. Y ahí estaba, caminando, cortando la noche en dos, como a tientas. Buscando. El frío le revolvía el estómago, la remera verde no era suficiente. No la quiero manchar, pensó. Pero nadie dijo que el cuchillo fuera para lastimarte. A tientas. La calle estaba desierta. Él buscaba su cuchillo de carnicero en el primer cajón de la mesada de la cocina, descalzo, y con una remera verde a medio poner.

Diego M

6 de septiembre de 2008

Dormir es uno de los grandes placeres de la vida

-¿Que vas a hacer el sábado a la noche?
-Supongo que nada
-¡Pero es sábado a la noche!
-Para mí todas las noches son iguales: frías, solitarias, desoladoras, etc, etc
-Ponele un poco más de ganas
-Llego cansado al sábado, lo único que quiero es dormir
-¡Que amargo!
-Para que sepas, dormir es uno de los grandes placeres de la vida
-Dejate de joder! vamos a salir, dale, vamos a algun boliche
-Odio la música que pasan, odio el humo, no me gusta el alcohol y me revienta ver como todos están en pose de levante
-Ok, veo que por ese lado no va. ¿Si vamos al cine?
-A mí me gusta el cine finlandés, y no pasan nada acá cerca. Antes que ver la película de los Super agentes prefiero dormir
-Pero hay un montón de pelis en cartelera
-No importa, sé bien que no me gusta ninguna. Además, hay que hacer cola para sacar entrada, hay que hacer cola para comprar pochoclo y al final hay que hacer cola para entrar a la sala
-Ok. ¿Vamos a algun recital?
-Este sábado no toca ninguna de las bandas que me gusta
-Sos jodido, eh! Dejame pensar... ya está! vamos a comer algo y después a caminar un rato por ahí
-Ni loco. Con el frío que hace me voy a pescar algun virus
-Parecés un viejo choto. Bueno, te voy a hacer una propuesta acorde a tu edad: Venite a casa, comemos algo y alquilamos una peli.
-Ni ahí. Sabés bien que nuestros gustos son totalmente incompatibles: a vos te gusta lo frito, a mí me gusta lo sano. A vos te gusta el cine de acción, a mí me gustan los dramones
-Pero vos estás peor de lo que pensaba!
-Dejame tranquilo. Vos andá y viví la noche. Yo la voy a dormir
-Así no vas a conseguir nunca una mina
-Vos salís todos los sábados y tampoco conseguís nada
-Aunque sea lo intento
-Vos seguí intentando mientras yo me ahorro el esfuerzo
-Amargado
-Hinchapelotas
-Viejo
-Borracho

-¿Sabés qué? te quiero igual aunque seas un viejo de 70 en un envase de 30
-Yo también te quiero aunque me rompas las pelotas toda la semana para que salgamos
-¿Querés venir a comer un asadito a casa el domingo al mediodía?
-Dale. Pero desgrasame la carne
-Sí, ya sé, como te gusta a vos
-Listo, quedamos así. Que te vaya bien el sábado
-Y vos dormí mucho

Diego M

3 de septiembre de 2008

Instrucciones para cargar el celular

(Republicado por falta de ideas a pedido de nadie)
Un humilde homenaje a Julio Cortázar, espero no haberlo ofendido

Pensá en esto: cuando te regalan un celular te regalan un pequeño infierno parlante, una cadena de mensajes, un calabozo de ringtones. No te dan solamente el celular, que los cumplas muy felices y esperamos que te guste porque es de buena marca, con cámara de fotos, mp3 y blue tooth; no te regalan solamente ese menudo aparato histérico que te atarás a la cintura o a la cartera y pasearás orgulloso. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de vos mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su funda como una garrapata desesperada prendida de tu carne. Te regalan la necesidad de cargar su batería todas las semanas, la obligación de tener crédito para que siga siendo un celular; te regalan la obsesión de mirarlo a cada rato para ver si tenés un mensaje, de ponerlo sobre la mesa en una reunión por si recibís un llamado. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan el de tarifa más baja y el de mejor señal, te regalan la tendencia de comparar tu celular con los demás celulares. No te regalan un celular, vos sos el regalado, a vos te ofrecen para el cumpleaños del celular.
Diego M